Los efectos del cambio climático han motivado a los grupos hoteleros a implementar mejoras en sus sistemas para reducir su impacto en el medio ambiente. Un ejemplo de que sí es posible ser rentable con un modelo sostenible es Iberostar Punta Cana.
En sus múltiples espacios han incluido componentes para reducir el consumo de plástico y tienen una amplia inversión para la restauración de manglares y corales, los cuales son esenciales para la salud de los océanos.
Uno de los aspectos interesantes de su programa Olas de Cambio es que el 70% del pescado y marisco que se está consumiendo en los hoteles proviene de fuentes responsables, es decir, que el proceso de crianza y pesca no afecta a la vida marina.
Gracias a esta política, han diseñado una experiencia gastronómica con un menú exquisito y sostenible, donde el sabor hace que el paladar más exigente viva una experiencia inolvidable.
La cena, que se desarrolló en el restaurante El Faro, ubicado en el complejo hotelero, contó con un aperitivo, entrante y plato principal, integrados por pescados y mariscos con procesos de pesca sostenible. Además, de un postre.
Cabe destacar que deben contar con certificaciones, como el sello azul de Marine Stewardship Council (MSC) y la Aquaculture Stewardship Council (ASC), que certifican que el pescado de acuicultura que se ha producido de forma responsable.