Abba Café es un emprendimiento femenino a cargo de Lourdes Duvergé, ubicado detrás del BHD en la avenida 27 de Febrero con Winston Churchill. Es una cafetería escondida en las alturas, pero vale la pena decir “Mira hacia arriba que te sorprenderá”.
Su propósito es llevar la palabra de Dios a través de una taza de café. Y déjenos decirle que lo logra: el espacio está acondicionado para sumergirte en un mundo tranquilo, de plenitud y de vibras positivas que te acerca a tus creencias, sin recriminar u obligarte a creer en “algo”.
De paredes blancas y amarillas, puertas azules y ventanales que te sumergen en un ambiente diferente, relajado y único. El lugar te llena de paz y serenidad mientras escuchas un playlist cristiano, con decoración minimalista y alusivas a la fe de cada persona.
Lo que me gusta, agrada y por eso recomiendo Abba, es por su amplío y variado menú. Si bien los conocí por sus frappés, realizo esta reseña porque pasé un mes acudiendo frecuentemente a conocer toda su oferta.
El desayuno que elegí fue un omelet de queso, jamón y huevos, acompañado de pan y mermelada de fresa. Pero, agregué una porción de bacon. El plato es recién hecho, está a temperatura ambiente y de buena porción, la cual me satisfació hasta pasada las 2:00 de la tarde.
Acompañé mi plato de desayuno con un jugo de chinola recién hecho, solicité que no le añadieran azúcar, y me complacieron. Esta opción de desayuno está perfecta para comenzar la semana.
Fue muy curioso y gracioso, porque fui la única comensal hasta pasada las 9:00 de la mañana y conversé sobre cómo era la vida trabajando en una cafetería y desde cuándo estaban empleadas en el sector de hoteles, bares y restaurantes de República Dominicana.
Fui sola y las dos chicas me hicieron sentir en casa, acogida y muy atendida para tener una grata experiencia.
Pagué RD$264 por e omelette y RD$224 por el jugo, por lo que la relación entre calidad, precio y experiencias es más que justo.
Así que volví…
Uno de sus favoritos
Volví en horas de la tarde a Abba Café, y decidí degustar el submarino, un capuchino con crema chantillí y una barra de chocolate sumergida. No tiene azúcar ni miel añadida.
El precio es de RD$324.
Cada sorbo de sus frappés, que en esta ocasión fue de vainilla y chocolate, es una explosión de sabor que libera endorfinas, la hormona de la felicidad.
El precio es de RD$480, los días viernes, debido a su oferta de dos por uno.
A tomar en cuenta…
La mayoría de sus empleados son mujeres tan atentas, luchadoras y carismáticas que aunque vayas sola te hacen sentir acompañada y de sororidad.
El personal es muy amable, atento y siempre estuvo dispuesto a recomendarme la opción perfecta para satisfacer mis necesidades gastronómicas durante la visita a la cafetería.
Puedes ir a trabajar, reunirte con tus amigos o simplemente disfrutar de ti misma. Abba Café lo reúne todo: buenos precios, calidad y seguridad.
El negocio abre desde la 7:30 de la mañana y cierra a las 10:00 de la noche, un horario extendido para que no existan excusas para dejar de ir.
Pero, además, cuentan con una terraza cuyo espacio es muy acogedor, a veces es interrumpido por el congestionamiento vial y los demás negocios.